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The Universal House of Justice

Ridván 2009

To the Bahá’ís of the World

Dearly loved Friends,

Hace apenas tres años, presentamos ante el mundo bahá’í el reto de aprovechar el marco de acción que había surgido con tanta claridad al término del último Plan global. La respuesta, como lo esperábamos, fue inmediata. Con gran vigor los amigos en todas partes empezaron a perseguir la meta de establecer programas intensivos de crecimiento en no menos de 1.500 agrupaciones en todo el mundo, y la cifra de dichos programas empezó a crecer enseguida. Pero nadie podía haberse imaginado en aquel momento lo profundo de la transformación que el Señor de las Huestes, en Su sabiduría inescrutable, había previsto para Su comunidad en un espacio de tiempo tan corto. ¡Qué comunidad más segura y resuelta la que celebró sus logros en el punto medio del Plan actual en cuarenta y una conferencias alrededor del mundo! ¡Qué contraste tan extraordinario se pudo apreciar entre su coherencia y energía y el desconcierto y confusión de un mundo atrapado en crisis! Ésta era, de hecho, la comunidad de los bienaventurados a la que Shoghi Effendi se había referido. Era una comunidad consciente de las vastas potencialidades con las que había sido dotada y conocedora del papel que está llamada a desempeñar en la reconstrucción de un mundo quebrantado. Era una comunidad en auge, sujeta a una dura represión en una parte del mundo, mas levantándose como un todo unido sin detenerse ni amedrentarse y aumentando su capacidad para hacer realidad el propósito de Bahá’u’lláh de liberar a la humanidad del yugo de la más dolorosa opresión. Y en los cerca de ochenta mil participantes en las conferencias vimos el surgimiento en la escena histórica de un creyente sumamente seguro de la eficacia de los métodos e instrumentos del Plan y notablemente diestro en su empleo. Cada una de las almas de este inmenso mar fue el testimonio del poder transformador de la Fe. Cada uno fue prueba de la promesa de Bahá’u’lláh de ayudar a todos los que se levanten con desprendimiento y sinceridad a servirle. Cada uno fue un indicio de esa raza de seres, consagrados y valientes, puros y santos, destinada a evolucionar con el paso de generaciones bajo la influencia directa de la Revelación de Bahá’u’lláh. Vimos en ellos los primeros signos del cumplimiento del anhelo que expresamos al comienzo del Plan de que la influencia edificadora de la Fe se expandiera a cientos de miles de personas por medio del proceso de instituto. Todo parece indicar que, al término del período de Riḍván, el número de programas intensivos de crecimiento en todo el mundo habrá sobrepasado los 1.000. Qué otra cosa podemos hacer al inicio de la más alegre Festividad que no sea inclinar nuestras cabezas en humildad ante Dios y darle gracias por Su ilimitada generosidad para con la comunidad del Más Grande Nombre.

 

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