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The Universal House of Justice

Ridván 1990

To the Bahá’ís of the World

Dearly loved Friends,

Habiendo concluido un año de logros trascendentales, nos encontramos en el umbral de la última década de este radiante siglo veinte, afrontando un futuro inmediato de inmensos desafíos y perspectivas deslumbrantes. La rapidez de los acontecimientos durante el pasado año es indicativa de la aceleración, cuando se aproxima el centenario de la Ascensión de Bahá'u'lláh, de las fuerzas espirituales liberadas con el advenimiento de Su misión revolucionadora. Es una aceleración que, por lo repentino y por el amplio impacto transformador sobre el pensamiento social y sobre las entidades políticas, ha despertado sentimientos de gozo en lo que se refiere a sus efectos inmediatos y de perplejidad en cuanto a su verdadero significado y resultado destinado, impulsando a los asombrados editores de un prestigioso diario, descubriéndose ellos mismos privados de explicaciones, a atribuirlo a la obra de una "Mano Invisible".

Para los seguidores de Bahá'u'lláh en todo el mundo no puede haber duda alguna en cuanto al origen Divino y la clara intención de estos sucesos extraordinarios. Regocijémonos pues, con las maravillosas señales de la abundante gracia de Dios. El alto nivel de enseñanza e ingresos informado durante el pasado Ridván ha sido sostenido, y se han abierto nuevos campos de enseñanza desde la Europa Oriental hasta el Mar de la China. Con el establecimiento hace pocas semanas de dos Caballeros de Bahá'u'lláh en la Isla de Sakhalin, se unió al rebaño bahá'í el último territorio restante mencionado por Shoghi Effendi en su Plan Global de Diez Años. La formación, nuevamente, durante el Ridván pasado, de la Asamblea Espiritual Local de 'Ishqábád, la reciente elección de la de Cluj, en Rumanía, la primera nueva Asamblea en el "Bloque oriental", el restablecimiento y la formación durante este Ridván de asambleas espirituales locales en otros lugares de la Unión Soviética y en otros países de la Europa Oriental, todos estos logros y perspectivas inmediatas afirman nuestra llegada a un hito significativo en la cuarta época de la Edad Formativa. Actualmente, el Orden Administrativo abarca a una comunidad de tan amplia diversidad como nunca antes. Son tales acontecimientos prodigiosos los que impulsaron nuestro reciente anuncio de un Plan de Enseñanza complementario de dos años, que ahora se lanza formalmente, al que encomendamos su atención urgente y activa.

¡Cuán asombrosas, cuán trascendentales han sido las actividades que propulsaron a la comunidad, en un corto año, hacia esta etapa de su evolución! Mientras reflexionamos sobre las maravillas de las confirmaciones de Bahá'u'lláh, nuestros corazones se vuelven, con amor y aprecio, hacia las Manos de la Causa de Dios en todas partes, quienes, como adalides de esta comunidad, han defendido siempre sus brillantes estandartes contra la oscuridad de la época. Ellas perseveran con espíritu indómito en cumplir sus tareas divinamente otorgadas, bajo todas las circunstancias y dondequiera que estén; tareas de estimular, edificar y aconsejar a sus miembros ampliamente esparcidos y que se multiplican velozmente. A la vista de la nueva situación en el mundo bahá'í, nos complacemos en mencionar algunos asuntos del pasado año en cuanto a la asociación de las Manos de la Causa con los logros en Europa y Asia. Amatu'l-Bahá Rúhíyyíh Khánum, en un largo viaje al Lejano Oriente, representó a la Casa Universal de Justicia en la formación de la Asamblea Espiritual Nacional de Macao; pasó un tiempo con el Caballero de Bahá'u'lláh en Mongolia, donde, posteriormente, declaró su creencia en Bahá'u'lláh la primera nativa, y dedicó mucha atención a los amigos residentes en diferentes lugares de la República Popular China, donde se transmitió por televisión su película "La Expedición Luz Verde". El Sr. Collis Featherstone dirigió mucha energía a la revigorización de los sufrientes amigos en Vietnam, un país asolado por la guerra. En este preciso momento, el Sr. 'Alí Akbar Furútan se encuentra visitando la Unión Soviética, de donde se le obligó a salir durante la persecución de la Fe en ese lugar; ahora ha regresado en cumplimiento triunfal de un deseo que le expresó nuestro amado Guardián hace unos sesenta años.

De igual manera, los Consejeros miembros del Centro Internacional de Enseñanza no han tardado en responder a las oportunidades para fomentar el clima de progreso evidente en la actualidad en todas partes del mundo. A través de la visión unificada de crecimiento hacia la cual han llamado a los Cuerpos Continentales de Consejeros y a sus capaces, trabajadores y sacrificados auxiliares, se puede sentir una nueva vitalidad en la expansión y en la consolidación de la Fe en todo el mundo. Los Consejeros Continentales merecen el profundo agradecimiento de toda la comunidad bahá'í, ahora que se aproximan a la clausura de su actual período de cinco años, distinguidos por sus sobresalientes servicios.

De igual manera que la comunidad ha extendido sus ramificaciones internamente, también ha ensanchado sus relaciones, influencia y atractivo externamente en una amplia variedad de formas, algunas asombrosas en su amplitud y en su potencial. Bastarán unos pocos ejemplos: Por medio de la Oficina del Medio Ambiente, recientemente establecida, la Comunidad Internacional Bahá'í, bajo su propia iniciativa y en colaboración con otras organizaciones medioambientales, re-instituyó la Reunión del Estatuto de Selvicultura Mundial anual, fundada en 1945 por el renombrado Richard St. Barbe Baker; desde entonces, se ha invitado a la Oficina del Medio Ambiente a participar en importantes acontecimientos auspiciados por organizaciones internacionales interesadas en asuntos medioambientales. La Comunidad Internacional Bahá'í ha estado involucrada en tareas del Grupo de Trabajo para la Alfabetización, bajo los auspicios de la UNESCO y ha sido invitada a participar en la Conferencia Mundial sobre Educación para Todos, realizada en Tailandia, donde se pidió a su representante que asumiera una variedad de tareas altamente visibles e importantes, que hicieron que la comunidad bahá'í se destacara. Se adoptaron medidas, con el aliento de un alto oficial del Gobierno de Fiji, para abrir una sucursal en Suva de la Oficina de las Naciones Unidas de la Comunidad Internacional Bahá'í para la región del Pacífico. La Universidad de Maryland, en los Estados Unidos, anunció su decisión de establecer 'La Cátedra Bahá'í para la Paz Mundial' en su Centro para El Desarrollo Internacional y Arreglo de los Conflictos, lo que dará paso a un considerable incremento de los esfuerzos académicos por investigar la Causa de Bahá'u'lláh. Casi al mismo tiempo, la Asamblea Espiritual Nacional de India anunció que se había llegado a un acuerdo para establecer una Cátedra para Estudios Bahá'ís en la Universidad de Indore.

Los continuos esfuerzos para asegurar la emancipación de los bahá'ís en Irán alcanzaron una nueva etapa. Por vez primera, un representante de la Organización de las Naciones Unidas se pudo reunir oficialmente en territorio iraní con un representante de la proscrita comunidad bahá'í. El resultado de la entrevista se registró en un informe dirigido a la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en cuya reciente sesión en Ginebra se adoptó de nuevo una resolución sobre Irán, que menciona a los bahá'ís. En una acción consecuente de trascendental importancia, la Cámara de Representantes de los Estados Unidos adoptó por unanimidad una resolución con un llamamiento para la emancipación de la comunidad bahá'í iraní, y que señala pasos que debe seguir el gobierno de Estados Unidos para ese fin; una resolución semejante se haya ante el Senado.

En Tierra Santa, los preparativos para la ejecución de los proyectos de construcción en el Monte Carmelo han recibido un impulso definitivo. Es causa de profunda satisfacción que, en vísperas del Naw-Rúz, la Comisión de Planificación Urbana del Distrito, después de delicadas y complejas negociaciones, decidiera aprobar el plan sometido por el Centro Mundial Bahá'í. Este hecho prepara el terreno para la concesión final de los permisos de construcción.

Amados amigos: Escasamente nos separan dos años de la conclusión del Plan de Seis Años y el comienzo del Año Santo, en el Ridván de 1992, ese momento especial en el que haremos una pausa para apreciar el tumultuoso registro de acontecimientos que nos habrá traído el Centenario de la Ascensión de Bahá'u'lláh y para reflexionar, con la debida solemnidad, sobre el propósito redentor de la vida del Ser más preciado que jamás inhaló el soplo de vida en este planeta.

En preparación de este punto importante en la historia bahá'í, se han puesto en marcha planes para dos grandes acontecimientos mundiales: Uno, la reunión en Tierra Santa de una amplia representación de creyentes de todas partes del globo, para participar en una conmemoración digna de esa consumación conmovedora en las inmediaciones del Más Sagrado Santuario. Un componente de esta conmemoración, símbolo de la influencia trascendental y victoriosa del Espíritu liberado por Bahá'u'lláh, será el depositar, bajo el suelo de la puerta de entrada de Su Santuario, un receptáculo conteniendo la Lista de Honor iluminada de los Caballeros de Bahá'u'lláh, una lista iniciada por Shoghi Effendi durante su Plan de Diez Años de aquellas almas intrépidas que se levantaron para conquistar, en nombre de su Señor, los territorios vírgenes mencionados en ese Plan. Con ello se concluirá de una manera digna, después de casi cuatro décadas, una intención expresada por el amado Guardián mismo. Los Caballeros de Bahá'u'lláh aún vivos serán invitados a presenciar este acontecimiento.

El otro acontecimiento será el Congreso Mundial Bahá'í para celebrar el centenario de la inauguración del Convenio legado a la posteridad por Bahá'u'lláh como el medio seguro de salvaguardar la unidad e integridad de Su Orden abarcador del mundo. Se convocará en noviembre de 1992 en Nueva York, el lugar designado como la Ciudad del Convenio por Aquel Quien es su Centro designado y Quien anticipó que "Nueva York llegará a ser un lugar bendito desde donde emanará el llamado a la firmeza en el Convenio y Testamento de Dios hacia todas las partes del mundo".

Acontecimientos relacionados, a nivel local y nacional, se combinarán con estas dos ocasiones primordiales para dar libre curso a los sentimientos más íntimos de los bahá'ís y para convencer al público del hecho profundo de la aparición en el mundo del Señor del Convenio y de las metas y logros de su sublime misión. Efectivamente, están progresando los planes para montar una campaña intensiva para proyectar Su nombre por toda la tierra.

Los amigos en todas partes deben orientarse ahora hacia los significados de estos aniversarios gemelos. Deben prepararse espiritualmente por medio de la oración y del estudio de las Enseñanzas para obtener una apreciación más profunda de la posición y del propósito de Bahá'u'lláh y del significado básico de Su poderoso Convenio. Tal preparación se encuentra en el corazón mismo de su esfuerzo por efectuar una transformación en su vida individual y colectiva. Que todos los amigos, cada hombre, mujer y joven, demuestren por medio de la elevada calidad de su vida interior y carácter privado, por medio del espíritu unificado de su asociación unos con otros, por medio de la rectitud de su conducta en relación a todos, y por medio de la excelencia de sus logros, que ellos pertenecen a una comunidad verdaderamente iluminada y ejemplar; que su Bienamado, cuya Ascensión conmemoran, no sufrió en vano su vida terrenal. Que estos requisitos sean la norma de sus esfuerzos por enseñar Su Causa, el sello de su homenaje al Rey de los Reyes.

Nuestros queridos y apreciados colaboradores: Para nosotros este es un momento de profunda anticipación de que la sociedad mundial se encuentra en una fase crítica de su transición hacia el papel visualizado para ella por el Señor de la Época. Los vientos de Dios siguen bramando, desordenando viejos sistemas, agregando ímpetu al profundo anhelo de un nuevo orden en los asuntos humanos, y abriendo el camino para izar la bandera de Bahá'u'lláh en tierras de donde ha sido excluida hasta el momento. La rapidez de los cambios que se están forjando provoca las expectaciones que inspiran nuestros sueños en la década que clausura el siglo veinte. La situación es a la vez un presagio brillante y un desafío poderoso.

Es un presagio del profundo cambio en la estructura de la sociedad actual implicado en el logro de la Paz Menor. Por esperanzadoras que sean las señales, no podemos olvidar que el oscuro pasaje de la Edad de Transición no se ha atravesado completamente; aún es largo, resbaladizo y tortuoso. El materialismo es desenfrenado por el abundante descreimiento. El nacionalismo y el racismo todavía realizan su traición en los corazones de los hombres; y la humanidad permanece ciega a los fundamentos espirituales de la solución a sus infortunios económicos.

Para la comunidad bahá'í, la situación es un desafío particular, pues el tiempo se está acabando y tenemos compromisos serios que cumplir. Los más inmediatos de estos son: primero, enseñar la Causa de dios y construir las instituciones divinamente ordenadas en todo el mundo, con sabiduría, valentía y urgencia; y segundo, completar la construcción en el Arco sobre el Monte Carmelo de las Terrazas del Santuario del Báb y de los restantes edificios del Centro Administrativo Mundial de la Fe. El primero requiere acción resuelta, sostenida y convencida de parte del creyente individual. El segundo requiere una efusión liberal de fondos. Ambos están íntimamente relacionados.

Durante los últimos dos años, casi un millón de almas han entrado en la Causa. Los crecientes casos de entrada en tropas en diferentes lugares contribuyeron a ese incremento atrayendo la atención hacia la visión de Shoghi Effendi que conforma nuestra percepción de las gloriosas posibilidades futuras en el campo de la enseñanza, pues él ha afirmado que el proceso de "entrada por tropas de personas de diferentes naciones y razas al mundo bahá'í... será el preludio de esa hora largamente esperada en que una conversión en masa de parte de estas mismas naciones y razas, y como resultado directo de una cadena de acontecimientos trascendentales y posiblemente catastróficos en su naturaleza, y que no pueden visualizarse ni siquiera vagamente, revolucionarán la fortuna de la Fe, trastornarán el equilibrio del mundo y reforzaran mil veces la fuerza numérica, así como el poder material y la autoridad espiritual de la Fe de Bahá'u'lláh". Tenemos todo el incentivo para creer que aumentarán los ingresos en gran escala, involucrando a aldea tras aldea, pueblo tras pueblo, de un país a otro. Sin embargo, no nos toca esperar pasivamente el logro final de la visión de Shoghi Effendi. Nosotros los pocos que somos, colocando toda nuestra confianza en la providencia de Dios y mirando los desafíos que enfrentamos como un privilegio divino, debemos avanzar hacia la victoria con los planes en la mano.

Una expansión de pensamiento y acción en ciertos aspectos de nuestro trabajo realzaría nuestras posibilidades de éxito en cumplir nuestros compromisos antes mencionados. Ya que el cambio, un cambio cada vez más rápido, es una característica constante de la vida en este momento, y ya que nuestro crecimiento, tamaño y relaciones externas requieren mucho de nosotros, nuestra comunidad tiene que estar lista para adaptarse. En un sentido, esto significa que la comunidad debe llegar a ser más experta en el acomodo de una gran variedad de acciones sin perder concentración en los objetivos primarios de la enseñanza, que son la expansión y la consolidación. Se requiere una unidad en la diversidad de acciones, una condición en la que diferentes individuos se concentrarán en diferentes actividades, apreciando el efecto saludable del conjunto sobre el crecimiento y el desarrollo de la Fe, ya que cada persona no puede hacer todo y todas las personas no pueden hacer la misma cosa. La comprensión de esto es importante para la madurez que la comunidad está obligada a lograr, debido a las muchas demandas que se hacen de ella.

El Orden traído por Bahá'u'lláh tiene la intención de guiar el progreso y de resolver los problemas de la sociedad. Nuestras cifras todavía son demasiado pequeñas para efectuar una demostración adecuada de las potencialidades inherentes al sistema administrativo que estamos construyendo, y la eficacia de este sistema no se apreciará completamente sin una vasta expansión del número de creyentes. Por la situación que impera en el mundo, la necesidad de efectuar tal demostración se hace cada vez más apremiante. Es demasiado obvio el que aun aquellos que denuestan contra los defectos del viejo orden, y aun lo desgarrarían, están ellos mismos desprovistos de cualquier alternativa viable para poner en su lugar. Ya que el orden Administrativo está diseñado para ser un modelo para la sociedad futura, la visibilidad de tal modelo será una señal de esperanza para aquellos que desesperen.

Hasta el momento, hemos logrado una diversidad maravillosa en el gran número de grupos étnicos representados en la Fe, y se debe hacer todo por fortalecerla mediante mayores ingresos de entre grupos ya representados y por la atracción de miembros de grupos que no se han alcanzado aún. Sin embargo, existe otra categoría de diversidad que se tiene que aumentar y sin la cual la Causa no podrá enfrentarse adecuadamente a los desafíos que se le imponen. Este conjunto de miembros, independientemente de la variedad étnica, necesita actualmente abrazar números crecientes de personas de capacidad, incluyendo personas de talento y prominencia en los variados campos del empeño humano. El alistamiento de un número significativo de tales personas es un aspecto indispensable de la enseñanza a las masas, aspecto que ya no puede descuidarse y que se tiene que incorporar, consciente y deliberadamente, en nuestro trabajo de enseñanza, para expandir su base y acelerar el proceso de entrada en tropas. Tan importante y oportuna es la necesidad de acción en este asunto, que nos vemos obligados a hacer un llamamiento a los Consejeros Continentales y a las asambleas espirituales nacionales para que le dediquen seria atención en sus consultas y en sus planes.

Los asuntos de la humanidad han llegado a una etapa en la cual se harán más y más llamamientos a nuestra comunidad para que ayude, mediante consejos y medidas prácticas, a resolver problemas sociales críticos. Es un servicio que realizaremos con placer, pero esto significa que nuestras asambleas espirituales locales y nacionales tienen que adherirse más escrupulosamente a los principios. Con el creciente incremento de la atención pública enfocada hacia la Causa de Dios, se hace imperativo el que las instituciones bahá'ís mejoren su funcionamiento, mediante una identificación más estrecha con las verdades fundamentales de la Fe, por medio de una mayor conformidad con el espíritu y la forma de la administración bahá'í y por medio de una confianza más intensa en los efectos benéficos de una consulta apropiada, para que las comunidades a las cuales guíen reflejen un modelo de vida que ofrezca esperanza a los miembros desilusionados de la sociedad.

El que existen indicaciones de que la Paz Menor no puede estar muy distante, el que las instituciones locales y nacionales del Orden Administrativo estén creciendo continuamente en experiencia e influencia, el que los planes para la construcción de los restantes edificios administrativos sobre el Arco estén en una etapa avanzada, el que estas condiciones esperanzadas hacen más perceptible el modelo de dinámica sincronización contemplado por Shoghi Effendi, no puede negarlas ningún observador honesto.

Como comunidad claramente a la vanguardia de las fuerzas constructivas que obran en el planeta, y como la que tiene acceso a conocimiento probado, ocupémonos con los asuntos de nuestro Padre. Él, desde Sus gloriosos retiros en lo alto, liberará generosas efusiones de su gracia sobre nuestros humildes esfuerzos, asombrándonos con las victorias incalculables de Su poder conquistador. Continuaremos suplicando las bendiciones incesantes de tal Padre de parte de todos y cada uno de ustedes en el Sagrado Umbral.

 

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