The Universal House of Justice
Ridván 1987
To the Bahá’ís of the World
Dearly loved Friends,
El lanzamiento del Plan de Seis Años el Ridván de 1986 coincidió con la apertura de una nueva época la cuarta en el desenvolvimiento orgánico de la edad Formativa de nuestra Fe. Las instituciones administrativas de esta creciente Causa de Dios empezaban a mostrar señales de mayor madurez, mientras que, a la vez, emergían de la oscuridad protectora de sus comienzos al amplio campo de la atención pública. Estos procesos gemelos estuvieron marcados por un desarrollo que tiene consecuencias de largo alcance con respecto a la vida interna de la comunidad bahá'í, y por una actividad externa de magnitud sin precedente en toda su historia.
El primero fue una delegación de responsabilidad, pidiendo a todas las comunidades nacionales, mediante su Asamblea Espiritual Nacional, en consulta con los Consejeros, las asambleas espirituales locales y los creyentes en general, que formularán, por primera vez, sus propios objetivos a lograr durante el nuevo Plan. Esta expectativa de madurez que desafió a las comunidades nacionales fue igualada por su formulación de planes nacionales sometidos al Centro Mundial para ser coordinados dentro del Plan de Seis Años que abarca el mundo.
El segundo fue un levantamiento unido de toda la comunidad mundial bahá'í para distribuir la declaración, "La Promesa de la Paz Mundial", que se emitió en octubre de 1985, a los pueblos del mundo. Se ha presentado la declaración a los jefes de Estado, a un número elevado de miembros de gobiernos nacionales, a diplomáticos, maestros, miembros de los sindicatos, líderes de religión, miembros eminentes de la magistratura, la policía, la abogacía, medicina y otras profesiones, autoridades locales, clubes y asociaciones, y a miles de individuos. Se calcula que se han distribuido hasta ahora más de un millón de copias, en unos setenta idiomas. Estas dos actividades en sí han reforzado mucho el poder y la madurez crecientes de la comunidad mundial bahá'í y le han dotado de una imagen pública más claramente definida y más fácil de reconocer.
Otros factores han contribuido en gran medida a la rápida entrada de la Fe en el escenario mundial. En realidad, parece que ahora cada actividad del extenso Ejército de Vida es observada o comentada por algún sector del público, desde la Asamblea General de la Naciones Unidas hasta comunidades locales pequeñas y aun remotas.
La firmeza de los muy atribulados creyentes persas sigue siendo el motivo principal de esta atención mundial que se enfoca cada vez más sobre la Fe. Aunque las brutales ejecuciones de mártires heroicos son ahora menos frecuentes, el hostigamiento y las privaciones, el vilipendio y saqueo de la comunidad tanto tiempo perseguida continúan más de 200 siguen encarcelados dándoles a los representantes de la Comunidad Internacional Bahá'í en las Naciones Unidas fundamentos sólidos para las firmes y persistentes apelaciones que han despertado la preocupación de la Asamblea General misma y han dado como resultado que los bahá'ís indefensos hayan sido representados ante el gobierno iraní por la Comisión de Derechos Humanos y por muchas naciones poderosas, incluyendo los diferentes gobiernos que constituyen la Comunidad Europea.
Todo esto ha mantenido a nuestra amada Fe bajo la atención internacional, con un interés creciente no sólo por la circulación de la Declaración sobre la Paz sino que también por las actividades en el campo del desarrollo económico y social que se expanden rápidamente y que van desde la inauguración y funcionamiento de emisoras de radio -de las cuales hay ahora 7 que están transmitiendo- hasta escuelas, programas de alfabetización, ayuda agrícola y una cantidad de pequeños pero valiosos proyectos a nivel de aldea en muchas partes del mundo.
Las comunidades bahá'ís nacionales han organizado y realizado con éxito conferencias interreligiosas, seminarios sobre la paz, ruedas de conferenciantes sobre el racismo y otros temas sobre los cuales tenemos una contribución especifica que hacer, logrando, a menudo, publicidad muy extensa y el interés de los líderes de la sociedad que ocupan puestos elevados. Los jóvenes bahá'ís, inspirados y elevados por la visión e idealismo de "la nueva raza de hombres", han atraído, a través de sus muchas reuniones, a gran cantidad de sus semejantes y han estimulado a sus propios miembros a dirigir su vida hacia el servicio en los muchos campos en que una rica cosecha espera al labrador bahá'í dedicado.
Agregado a esta creciente asociación de nuestros congéneres con actividades bahá'ís, ha habido un logro magnifico y sobresaliente, la terminación y dedicación del maravilloso Templo bahá'í en Nueva Delhi que recibió, en los primeros 30 días después de su dedicación a la adoración de Dios, a más de 120.000 visitantes. Este símbolo de pureza, que proclama la unidad de Dios y Sus Mensajeros en ese país de un millar de diversas creencias religiosas, muestra dignamente el poder y la grandeza con que han sido dotados estos días portentosos en la vida de la Santa Causa de Dios.
El escenario está preparado para el crecimiento universal, rápido y masivo de la Causa de Dios. El desafío inmediato y basto es de proseguir las metas del Plan de Seis Años, cuyas etapas preliminares ya se han iniciado. Se debe continuar con el trabajo importantísimo de la enseñanza con imaginación persistencia y sacrificio, asegurando el alistamiento de un número cada vez mayor de personas que provean la energía, los recursos y la fuerza espiritual que hagan posible que la amada Causa cumpla dignamente su parte en la redención de la humanidad. Para reforzar este proceso, se han adoptado las metas internacionales del Plan, pidiendo que se emprendan varios centenares de proyectos de ayuda entre asambleas, que se vuelva a formar la Asamblea Espiritual Nacional de Zaire en el Ridván de 1987, y se establezcan, en el transcurso del Plan, nuevas Asambleas Espirituales Nacionales, de las cuales ya se han aprobado las de Angola, Guinea, Guinea Bissau y Macau. Y durante el primer año del Plan de Seis Años 338 pioneros, guiados por las necesidades establecidas en planes anteriores, se han levantado radicándose en 119 países. Ahora se está preparando un nuevo llamamiento, cuyos detalles se anunciarán dentro de poco. En este momento se requiere la promoción y facilitación de proyectos de servicio para jóvenes bahá'ís en los países en desarrollo del mundo. A las Asambleas Espirituales Nacionales se les pide hacer arreglos, en consulta entre sí y con la ayuda de los Cuerpos Continentales de Consejeros, para asegurar la mejor forma de servicio eficaz de los que respondan.
Ya han comenzado los preparativos para el Año Santo de 1992, cuando se conmemorarán el Centésimo Aniversario de la Ascensión de la Bendita Belleza y el comienzo del Convenio. Es apropiado, entonces, que el Convenio de Bahá'u'lláh, que une el pasado y el futuro con las etapas progresivas hacia el cumplimiento de la antigua Promesa de Dios, sea el tema principal del Plan de Seis Años. La concentración sobre este tema nos permitirá a todos obtener una apreciación más profunda del significado y propósito de Su Revelación -"Una Revelación", en palabras del Guardián, "aclamada como la promesa y gloria coronadora de épocas y siglos pasados, como la consumación de todas las Dispensaciones dentro del Ciclo Adámico, que inaugura una era de por lo menos mil años de duración, y un ciclo destinado a durar no menos de 5.000 siglos, que señala el fin de la Era Profética y el comienzo de la Era del Cumplimiento, y que no se ha sobrepasado ni en la duración del Ministerio de su Autor ni en la fecundidad y esplendor de su Misión....". Las preguntas que este estudio concentrado debe contestar incluirán, sin duda,: ¿Cuál es el significado del Convenio Bahá'í? ¿Cuál es su origen y cuál debe ser nuestra actitud hacia éste?
Siempre presente en nuestra contemplación de estos temas profundos está la magnética figura de 'Abdu'l Bahá, el Centro del Convenio, el Misterio de Dios, el Ejemplo Perfecto, cuya interpretación infalible de los Textos Sagrados y cuyos ejemplos luminosos de la aplicación de éstos a la conducta personal alumbran un modo de vida que debemos esforzarnos diligentemente por seguir. Durante el transcurso del Plan de Seis Años se conmemorará con dignas celebraciones y actividades de proclamación el septuagésimo quinto aniversario de su visita a occidente. Simultáneamente se conmemorará el quincuagésimo aniversario del primer Plan de Siete Años en las Américas, lanzado en 1937 a instancia de Shoghi Effendi, que, al poner en marcha la ejecución sistemática del gran diseño de 'Abdu'l- Bahá para la conquista espiritual del planeta, marcó la apertura de la primera época del Plan Divino.
Grandes y maravillosas tareas nos desafían como nunca antes. Requieren de parte de cada uno de nosotros, sacrificio, dedicación y devoción individual concentrada que sean igualmente grandes y maravillosos. Actualmente el Fondo Internacional Bahá'í es totalmente insuficiente para apoyar la inmensa expansión que se requiere ahora en todas las múltiples actividades de la comunidad mundial bahá'í. El historial del Plan de Siete Años, que se acaba de completar, es testigo de nuestra habilidad de hacer frente a las crecientes demandas de la Causa. El heroísmo de los amados amigos en Irán, la respuesta entusiasta de 3.654 devotos pioneros al llamamiento hecho para este servicio esencial, la actividad incesante de maestros, administradores, comunidades locales y creyentes individuales en todo el organismo del orden mundial embrionario, han dotado de nuevas fuerzas y capacidades a este creciente Ejército de Vida. Conforme caminamos a grandes pasos hacia el futuro, podemos sentirnos completamente seguros de Su generosidad siempre presente y de la victoria final de nuestros esfuerzos por establecer Su Reino en este mundo atribulado.
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